Festejo de Flori por sus 66 años.

El sábado 27 de octubre nos reunimos en mi casa para celebrar el cumpleaños 66 de Flori (el mero día fue el 16).  Las cita fue a las 19:30 hrs. para los organizadores y para el festejado a las 20:00 hrs. para que cuando llegara estuviera todo listo (arreglos, pastel, mesa, mañanitas, etc.), Toño, Víctor, Yin y Quito llegaron puntuales (casi todos), y nos fuimos a comprar sólo lo poco que faltaba.  Flori llegó puntualito a las 20:00 hrs., todos lo felicitamos con su respectivo abrazo de cada uno, deseándole lo mejor y cantandole las mañanitas (hasta con mariachi).  Y como es costumbre, lo primero fue la sesión fotográfica del festajado, con el pastel, con cada uno de nosotros, con todos, apagando velitas, etc, etc., lo importante es dejar evidencia de la convivencia (las fotos en la galería de esta página).  Pues empezamos de inmediato con el brindis a la salud de Don Gerardo Florentino, y la plática acompañada de ricas botanas se fue haciendo cada vez más agradable.  Luego llegaron los bocadillos para abrir el apetito, fueron una hojaldras de jamón con queso y hawaianas.  Obviamente brindis tras brindis para acompañar la platica, y aprovechamos para ir detallando cada vez más la cena de nuestro aniversario número 50, ya hay mucho avance pero aún falta confirmar la presencia del extraordinario grupo Mondongo, tiene su agenda llena, pero va a tratar de darnos la fecha de 20 de diciembre, esperamos convencerlos.  Como a las 10 de la noche que ya se había despertado el apetito de todos, se sirvió la cena, que fue pierna al horno en su jugo, acompañada de papas a la francesa, pan blanco y una salsa de chile abanero con cebollas curtidas.  Continuamos con la plática, tocando todos los generos sin olvidarnos de todos los demás del grupo (a cada uno le tocó su comentario) y como siempre anécdotas y recuerdos de nuestros años ya idos. Con tanto brindis y comentarios se abrió nuevamente el apetito, y como a las 2 de la mañana se sirvieron unas riquisimas garnachas choleñas que nos obsequió Lupita (esposa de Yin), como siempre con su racterístico sazón que invita a comer de más.  Y por último, pues vino la partida del pastel que era de tres leches y fresas, riquísimo también por cierto.   Ya con en hambre satisfecha (una vez más), continuamos brindando por el cumpleañero hasta casi las 6 de la mañana, ahora si se pasó el tiempo más rápido que otras veces.  Nos despedimos y cada quien a su casa (yo me quedé en la mía).